miércoles, abril 18, 2007

Porque eres tan…

Te siento dentro de mí como la tibieza que siento a media cara cuando la madrugada se escurre entre los rizados rayos del sol de la mañana. Y te pienso con toda la potencia de mi corazón honesto. Porque eres tan bella, que la nitidez se torna borrosa y la luz de las estrellas se opaca, mientras te sueño como sólo puede soñar quien quiere de verdad.
Sin tu mirada, he caído en un abismo de sombras en algún estrato olvidado, alejándote de mí mientras me acercaba al miedo, y entristezco y me marchito lentamente, pensando en los breves besos de tus insípidos labios. Pero sonrío al final del día. Porque eres tan linda, que sólo con imaginar tu rostro la alegría vuelve a poblar este cuerpo maltrecho. Y mi plasma toma otro color y huelo tu olor en cada vapor, sintiendo tu piel en cada vibración, besando tus pechos cuando cierro los ojos y el cielo se queda oscuramente desolado…
Porque eres tan hermosa, que los Ángeles perdieron sus alas al confundir la cara de Dios con la gracia celestial de tu sonrisa.

Enero 2007